Levantante y cmaina

 Una experiencia inolvidable de una Africana.

 

“Toma tu camilla y camina” (11/11/2009 - Congo)

Antonietta Mongiò, miembro del Instituto secular italiano de las Oblatas Cooperadoras de María Inmaculada (COMI), nos cuenta la pobreza que ve todos los días en Kinshasa, en la RDC.

Finalmente la lluvia llegó a Kinshasa. La esperábamos desde hace un mes, después de la temporada seca y los primeros grandes calores. La gente decía que los chinos habían hecho magia para bloquear la lluvia, ya que las carreteras de Kinshasa son obras inmensas y a las que el agua habría dado problemas para el éxito de sus trabajos.

De hecho, la ciudad es una obra en manos de los chinos que construyen las carreteras, los hoteles, los hospitales. Todo ello, según un plan de colaboración político-económico entre Gobiernos, uno es el de un país rico en recursos, pero que necesita infraestructuras y no tiene los medios para realizarlos y el otro es un inmenso poder que surge, hambriento de las riquezas mineras de este país. No entro en las consideraciones que superan mi competencia, pero es cierto que se puede preguntar cuánto de todo eso ayudará al verdadero progreso del país.

¿Por qué se construyen tantos hoteles? ¿Y tantos monumentos? ¿Cómo se puede pensar en una gran autopista, cuándo las únicas vías de acceso a los barrios periféricos son impracticables? ¿Para que montar un sistema de fibra óptica cuándo solamente el 15% de la población - rica obviamente - puede utilizar corriente eléctrica? Se construye un súper hospital, pero cuando se va a la clínica universitaria, que debería ser el corazón de la competencia profesional y la investigación, se tiene solamente deseos de salvarse debido a la dejadez, la suciedad y la falta de medios.

Las contradicciones siguen y los pobres se quedan, a menudo, mirando para ver a donde conducirá todo esto. Para ampliar el bulevar ¿porqué han cortado todos los árboles? ahora, esperar un taxi en la vera del camino pasó a ser un calvario, no solamente debido a la situación de los vehículos, sino porque no hay un rincón con sombra donde protegerse. También han demolido muchas casas. Los chinos comienzan a pelear con los congoleses por el pequeño comercio de comidas, incluso al borde de la carretera. El costo de la vida aumenta y el desempleo también. Los médicos hacen huelga para obtener algo de salario regular y mientras tanto la gente se muere: la huelga se termina, pero sin que nada se haya resuelto, con la perspectiva que más o menos a un largo plazo se va a reiniciar.

Hay motivos para desalentarse, sobre todo que a veces se tiene la impresión que en este panorama de miseria, cada uno sólo piensa en sí mismo, sin excluir los golpes bajos, las transacciones y la explotación en los distintos niveles; olvidando el gran sentido de la solidaridad que, por el contrario, es un valor típico de la tierra africana.

Siguiendo un poco los trabajos del Sínodo, me golpeó algo que los Obispos dijeron y escribieron en su mensaje final: “África… es rico en recursos humanos y naturales, pero mucho más nuestros pueblos que aún se debaten en la pobreza y en la miseria, las guerras, los conflictos, entre crisis y caos. Muy raramente todo esto es causado por desastres naturales; se debe más bien, en gran parte, a decisiones y a acciones humanas de personas, quiénes no tienen ninguna consideración del bien común y son a menudo trágicamente cómplices de una conspiración criminal, entre responsables locales e intereses extranjeros…

“En la mayoría de los casos, es la avidez de poder y de riquezas, que se realiza a costa de la población y la nación. Cualquiera que sea la incidencia de los intereses extranjeros, es necesaria siempre la colusión vergonzosa y trágica de los responsables locales. La consecuencia negativa de todo esto, se exhibe a los ojos del mundo entero: pobreza, miseria y enfermedades, refugiados dentro y fuera del país y más allá del mar, la búsqueda de ‘pastos más verde’ lleva a la fuga cerebros, a la emigración clandestina y al tráfico de personas humanas, a la guerra, a derramar sangre, a menudo por encargo, la atrocidad de los niños soldados y la inefable violencia contra las mujeres. ¿Cómo nos podemos vanagloriar de presidir tal caos? ¿Cuál es nuestro tradicional sentido africano de la vergüenza? Este Sínodo lo declara muy claramente: es hora de cambiar las prácticas, por amor a las generaciones presentes y futuras….¡África, levántate, toma tu camilla y camina! (Jn.5, 8)”

La experiencia que vivimos cada día se caracteriza por el deseo de hacer de esta frase evangélica “levántate, toma tu camilla y camina”, el lema, que está en la base de nuestra presencia y de nuestro servicio entre los más pobres. Creo que es imposible comunicar los sentimientos que nacen en el corazón, viendo niños mal alimentados, enfermos, sucios, descuidados, a los que acogemos en Siloé: rebelión y dolor, amor e impotencia. Muchas cosas podrían cambiar, si cada uno se hiciera responsable de lo poco que se le confía; si hubiera un poco más de capacidad para comprometerse y actuar. Es necesario formar a las personas que se convertirán en responsables y nosotros haremos lo que esté de nuestra parte, pero nuestras pobres palabras se pierden ante la urgencia de encontrar quinientos francos para comprar un poco de pan, o el dinero para pagar los impuestos escolares, o para el alquiler de la casa; nuestras palabras también son fácilmente arrastradas por la cascada de predicaciones de los Pastores de las sectas que venden (es el caso decir así, porque roban a los pobres los pocos centavos que tienen) una felicidad imposible y un futuro mítico, que confunde los corazones y las conciencias.

Con todo, es en esta realidad que el Señor nos pone, quizá nos ha clavado aquí, a veces, para que nuestra presencia pueda significar algo, más allá de aquello de lo que nos damos cuenta. Y lo que nos da fuerza y alegría son las pequeñas cosas que no llegan todos los días, sino que son para nosotros como un estímulo, como un contrapeso positivo, capaces de neutralizar todo lo que parece falso y vacío. Ponerse del lado del pobre, a veces es posible, pero imposible ponerse en su lugar, porque ni siquiera se puede imaginar, al menos así lo creo, cuáles son los pensamientos y los sentimientos que ocupan el corazón y el espíritu de quienes ven morir de hambre a sus propios hijos. La única cosa que podemos hacer es pretender ser pequeños instrumentos, que puede que algunas veces funcionen mal, pero que ponen todo su corazón en el servir y amar. Porque la vida avanza, de manera brutal, y obliga a esperar y creer.

Reflexiones

Nestros Blogs

Diferentes blogs donde colocar nuestras creaciones a lo largo de varios años Blogs de Blogger Blogs de Geocicites     Blogger.com |     Geocities.ws        ...
Leer más

Bienvenidos a nuestra Parroquia

Una parroquia Acogedora, evangelizadora La Parroquia Virgen Peregrina, es una parroquia que podemos calificar como una congregacion de fieles que se reunen dia a día en torno al altar, centro de la vida parroquial, signo de la presencia de Cristo Verdad, camino y Vida; Sacerdote y victima. El...
Leer más

Comentario Biblico

Aqui iremos colocando los comentarios biblicos correspondientes a cada uno de los domingos del año. Tambien aquellos comentarios que podamos ir colocando en otros sitios de los que soy administrador. Todo sea para el mejoramiento de nuestro ministerio y apostolado.   Visita nuestros...
Leer más